La crisis trae muchos retos, indistintamente que la crisis internacional golpee mucho golpee poco o casi nada, de todas maneras las empresas de todos los sectores y todo los rubros van a estar repensando muchas cosas.
Van pensando sus estrategias, sus estructuras de costos, de gastos, la manera de operar, de enfrentar la situación y un conjunto de cambios.
Ante los cambios hay algunas tareas pendientes que todos los que administramos nuestras tareas responsablemente tenemos que darnos cuenta.
Es un error tremendo tratar de defender el status Q: Por ejemplo: “Me gustaba las cosas como eran ayer y no quiero que cambien, entonces hoy día sigamos tal cual”, CUIDADO, eso puede no solamente generar una imagen de inflexibilidad, sino de ser poco colaborador y poca inteligencia.
Acuérdese que la capacidad de cambiar está asociada directamente con la inteligencia de las personas. Entonces si las cosas han cambiado y por lo tanto tenemos que ponernos a disposición de la empresa para ver en que podemos ayudar.
Es el momento de mostrar una mejor actitud de colaboración, juntarse con jefes, con colaboradores, con el equipo y ofrecer nuestra ayuda si tenemos que trabajar de una manera distinta o si tenemos que hacer un aporte más completo.
Tener claro cuáles son los indicadores de éxito que cuentan ahora, de repente hace una semana eran otras las prioridades de la empresa, las prioridades pueden haber cambiado definitivamente ahora. Por eso es importante alinearnos, saber que necesitan de mi, como puedo aportar o que tengo que hacer diferente.
Debemos aceptar que los cambios pueden afectar mis planes, mi carrera o lo que yo tenía pensado. Pero la realidad es que eso no solo nos está pasando a nosotros, le está pasando al mundo entero.
Creo que uno no pude tapar el sol con un dedo y pensar que todo va a estar igual que siempre. Tal vez el país donde vivimos este bien posicionado económicamente para enfrentar la crisis, pero eso no significa que nos mantengamos como si nada hubiera pasado.
Es sabio para ser empleable, para ser un buen colaborador, además para realmente aportar valor ahora, es tratar de entender en que tengo que cambiar yo, en que tiene que cambiar mi actitud, que puedo hacer para colaborar realmente, y obviamente para que los demás vean que tengo esta voluntad de colaboración.
Además, si puedo dar el ejemplo a otras personas y liderar un espíritu positivo, va a ser muy importante para mi carrera. Es el momento de actuar positivamente y ofrecerse a hacer cosas que sirvan para todos, es el momento de darnos cuenta que las carreras se hacen en las épocas de cambio y de crisis, donde aquellos que jugaron con la camiseta de la empresa son los que podrán seguir adelante.
Veamos entonces esta crisis como una oportunidad para consolidar nuestras carreras, para avanzar, para ayudar a los que están más preocupados y para tratar de lograr que la empresa salga fortalecida de estos momentos de incertidumbre.
Fuente: Ines Temple
Van pensando sus estrategias, sus estructuras de costos, de gastos, la manera de operar, de enfrentar la situación y un conjunto de cambios.
Ante los cambios hay algunas tareas pendientes que todos los que administramos nuestras tareas responsablemente tenemos que darnos cuenta.
Es un error tremendo tratar de defender el status Q: Por ejemplo: “Me gustaba las cosas como eran ayer y no quiero que cambien, entonces hoy día sigamos tal cual”, CUIDADO, eso puede no solamente generar una imagen de inflexibilidad, sino de ser poco colaborador y poca inteligencia.
Acuérdese que la capacidad de cambiar está asociada directamente con la inteligencia de las personas. Entonces si las cosas han cambiado y por lo tanto tenemos que ponernos a disposición de la empresa para ver en que podemos ayudar.
Es el momento de mostrar una mejor actitud de colaboración, juntarse con jefes, con colaboradores, con el equipo y ofrecer nuestra ayuda si tenemos que trabajar de una manera distinta o si tenemos que hacer un aporte más completo.
Tener claro cuáles son los indicadores de éxito que cuentan ahora, de repente hace una semana eran otras las prioridades de la empresa, las prioridades pueden haber cambiado definitivamente ahora. Por eso es importante alinearnos, saber que necesitan de mi, como puedo aportar o que tengo que hacer diferente.
Debemos aceptar que los cambios pueden afectar mis planes, mi carrera o lo que yo tenía pensado. Pero la realidad es que eso no solo nos está pasando a nosotros, le está pasando al mundo entero.
Creo que uno no pude tapar el sol con un dedo y pensar que todo va a estar igual que siempre. Tal vez el país donde vivimos este bien posicionado económicamente para enfrentar la crisis, pero eso no significa que nos mantengamos como si nada hubiera pasado.
Es sabio para ser empleable, para ser un buen colaborador, además para realmente aportar valor ahora, es tratar de entender en que tengo que cambiar yo, en que tiene que cambiar mi actitud, que puedo hacer para colaborar realmente, y obviamente para que los demás vean que tengo esta voluntad de colaboración.
Además, si puedo dar el ejemplo a otras personas y liderar un espíritu positivo, va a ser muy importante para mi carrera. Es el momento de actuar positivamente y ofrecerse a hacer cosas que sirvan para todos, es el momento de darnos cuenta que las carreras se hacen en las épocas de cambio y de crisis, donde aquellos que jugaron con la camiseta de la empresa son los que podrán seguir adelante.
Veamos entonces esta crisis como una oportunidad para consolidar nuestras carreras, para avanzar, para ayudar a los que están más preocupados y para tratar de lograr que la empresa salga fortalecida de estos momentos de incertidumbre.
Fuente: Ines Temple
