La mayor parte de las personas empiezan sus carreras en posiciones dependientes, para ellos luego el cambio de una situación dependiente a ser empresario representa un cambio de vida muy importante.Y la mayor parte de las personas no toman conciencia de ese cambio de vida, antes de hacerlo a la hora de estar planificando su voluntad de ser empresarios, y me pareció oportuno poner esos puntos por delante.
Dicho eso, creo que es importante mencionar, aunque pueda sonar aguafiestas, que hay un altísimo porcentaje de los negocios propios que quiebran antes del tercer año. Los expertos hablan del 85%, como verán es un montón.
Con esto no estoy desanimando a nadie, ni mucho menos de buscar la opción empresarial en sus vidas, simplemente creo que es bien importante tomar una decisión muy bien pensada, muy bien analizada y muy bien evaluada antes de embarcarse a un tema de negocio propio.
Creo que para aquellos que tienen el perfil, que tienen ya la idea bien desarrollada, que son claros en los riesgos y en los retos. Y que están dispuestos a trabajar durísimo y tienen toda la buena salud del caso. Ser empresario puede ser un reto fantástico, puede cambiar sus vidas y que además puede llevarlos a tener un nivel de ingresos que un sueldo fijo jamás te puede ayudar a llegar a tener.
Creo que muchas personas entran al tema del empresariado por las razones equivocadas. Algunos lo hacen como una reacción emocional al desempleo, otros porque ya no quieren volver a tener un jefe, otros los hacen porque tienen un pequeño capital y que el capital es lo que cuenta para un pequeño negocio.
Entonces, para estar claros, ojala todos fuéramos empresarios, sería una forma de desarrollar el mercado mucho más rápidamente. Porque claro, el empresario contribuye, genera empleo, genera impuestos que son dinero para el país, genera riqueza para las familias, comunidades, entorno, etc. Es realmente muy productivo para el desarrollo de un país.
Pero repito, no todos tenemos el perfil, y yo creo que uno tiene que ser súper maduro y súper consciente del impacto que una decisión de esta naturaleza puede tener, no solamente en su vida y en su carrera, sino en su familia también.
Acuérdense que un negocio propio que tiene éxito, lleva a la familia al cielo; pero un negocio propio que fracasa puede arrastrar no solamente el capital invertido, sino endeudarnos y arrastrar el capital de nuestra empresa en el proceso.
Entonces como todo en la vida, debemos tomar decisiones muy bien preparadas, analizadas y conociendo todos los pro y contras sin idealizar, y a trabajar durísimo para lograr el éxito
